La plantación de árboles no es la solución
Con el verano que hemos pasado de incendios tenemos ganas de sumar nuestro granito de arena a iniciativas contra la crisis climática. Las más populares son las plantaciones de árboles, pero ¿es eso lo que realmente necesitan nuestros bosques y nuestro planeta?
Plantar árboles es bueno. Pero no siempre. Y nunca es suficiente. Plantar árboles en lugares donde los ecosistemas son otros (no boscosos) no es bueno. Las sabanas o pastizales de África no se caracterizan por su masa arbórea. Sin embargo, y aunque parezca mentira, se promueve desde algunos organismos internacionales su (re)forestación.
Además de acciones contraproducentes como ésta, que podemos subsanarla colaborando con entidades de proximidad, con experiencia y que sepan lo que hacen (verás que ahora mucha gente se suma al carro de las compensaciones y las replantaciones), hay que tener en cuenta que las emisiones de CO solo son absorbidas por los árboles. Todo el ecosistema cuenta, y cuanto más maduro sea, mejor. Es decir, está bien plantar árboles, pero es mucho mejor cuidar los bosques que ya tenemos. Los bosques maduros tienen diferentes capas de vegetación y es su conjunto lo que lo convierte en un gran sumidero de carbono.
Como dice Fernando Prieto, director del Observatorio de la Sostenibilidad, “muchas veces no tiene sentido repoblar por repoblar, sino que hay que tener en cuenta para qué, dónde, cuándo, con qué especies, con qué seguimiento y qué actuaciones posteriores va a incluir esa medida”. Sin esas consideraciones, el efecto puede ser contrario al que se busca.
No creamos aquellos que plantan los árboles que más CO2 absorben -como si fueran grandes estrellas de LaLiga- porque estaremos haciéndonos un flaco favor: estos árboles tardarán décadas en capturar el CO2 prometido y, además, si se realizan plantaciones de una única especie, en modo monocultivo, estaremos generando un impacto negativo sobre la biodiversidad.
No hay que olvidar que lo realmente importante frente al cambio climático es dejar de emitir y que, aunque en muchas ocasiones las políticas y las empresas promocionan otro tipo de medidas, más sencillas y más atractivas para el gran público, lo esencial es evitar tener que compensar.
Si, a pesar de todo, te interesa la reforestación, desde Regalapaisaje te proponemos el apadrinamiento de m2 de proyectos estatales de custodia de ecosistemas agroforestales. Estos proyectos están gestionados por entidades experimentadas que fomentan la biodiversidad, crean sumideros de carbono, dan empleo a personas en riesgo y conservan el paisaje, evitando incendios, la desertificación o el abandono. Pensamos que esta es la manera de apadrinar árboles (o m2 de bosque, en este caso). Regala paisaje, no árboles.